lunes, 12 de septiembre de 2011

caminos

Una soleada mañana de domingo como la de hoy fue ideal para visitar con Luciana y Pato a Walter en su casa de Munro. Lo visitamos para charlar, filmarlo y grabarlo en su taller donde hace sus cajones peruanos, de los que alguna vez les hablé y seguramente volveré a hacerlo varias veces. Se dió una hermosa charla entre mates y biscochos al sol de la terraza. Y entre anecdotas, se fue dibujando el camino que lo llevó casi sin querer a los tambores, a la música afroamericana, a construir instrumentos. Y ese relato nos condujo a los padres y abuelos, a los tambores de Mongo Santamaría sonando en el combinado de la casa, al corso de Munro, al 2001 y la debacle nacional como toma de conciencia...
Walter está construyendo su cajón numero 100. No es poco, menos para alguién que nunca hizo una publicidad de lo que hace. Como en las vetas de los arboles que nos cuenta Hesse, al tocar cada cajón estará resonando cada paso de un camino individual, que es consecuencia del de sus ancestros y está marcado por un momento histórico y social...
será cuestión de aprender a escucharlos...


Debemos conseguir que el texto que leemos
nos lea.
Debemos conseguir que la música que escuchamos
nos oiga.
Debemos conseguir que aquello que amamos
parezca por lo menos amarnos.


Es preciso demoler la ilusión
de una realidad con un solo sentido.
Es necesario por ahora
que cada cosa tenga por lo menos dos,
aunque en el fondo sepamos
que si algo no tiene todos los sentidos
no tiene ninguno.


Debemos conseguir que la rosa
que acabamos de crear al mirarla
nos cree a su vez.
Y lograr que luego
engendre de nuevo al infinito

de Octava poesía vertical, Roberto Juarroz 

3 comentarios:

Laura dijo...

"si yo no estoy digno algún día, la guitarra me lo va a hacer sentir. y si uno tiene la entereza de enfrentar la verdad profunda, es posible que la música cobre al fin de los tiempos una condición muy elevada, muy hermosa, y se salve de la mercantilización de una habilidad o un virtuosismo" Atahualpa Yupanqui, La Guitarra.

diego cueto dijo...

"ahí vivía la guitarra antes de ser guitarra. Y ese pedazo de madera integrante de la selva tiene que haber recibido el gorjeo de algún ave al atardecer, o al amanecer, o al mediodía..."
"y a la madera sensible se le ha recontrapenetrado ese cántico"
en otro parrafo de La Guitarra, de Atahualpa.
Hermosas palabras, gracias por compartirlas Laura

chicapasacontambor dijo...

En cada una de nuestras creaciones laten todos los pasos que dimos para ser quienes somos, los pasos que trajeron a nuestros mayores a estos puertos para que fuéramos aquí y no en otra parte, los pasos que hicieron a nuestros padres.
"Todas las cosas, unas con las otras, tan relacionadas están que es imposible tocar una flor sin que se estremezca una estrella."
Abrazos!