viernes, 2 de octubre de 2009

candombe...de Buenos Aires

no se bien desde cuando supe que en esta parte del mundo se tocaba un ritmo llamado Candombe. Supongo que desde niño por las canciones de Alberto Castillo. Luego por el Negro Rada y Yabor. Pero de a poco fui "sabiendo" que el candombe se tocaba solo en Uruguay, aunque "supe" que alguna vez sonó también en Buenos Aires, pero como aquí ya no había negros ya no sonaba mas.
Luego fui escuchando que en la casa Suiza, en pleno centro porteño, hasta mediados de los 70 se hacían bailes de negros. ¿Como, no era que ya no había negros argentinos? ¿no habían muerto los pocos que quedaban con la fiebre amarilla?
Mientras tanto ya aprendía lentamente a tocar candombe, el único que existía para mi en ese momento, el de chico, repique y piano. Festejaba que de a poco ese candombe volvía a Buenos Aires, después de una larga ausencia.
Un día, buscando material en una biblioteca me topé con "Candombe argentino, crónica de una muerte anunciada" de Alejandro Frigerio, donde decía no solo que el candombe de la banda occidental del plata no era igual al de la oriental, si no que quizá hasta el día de hoy se lo siga tocando puertas adentro en las casas de las familias de negros.
Mas o menos para ese tiempo en Caturga hacíamos (con formación de bloco: repiques, redoblantes, surdos, etc) un toque que llamábamos de Candombe argentino, que alguien (Egle Martin) le había enseñado a quien dirigía. No se bien cuando "supe" que el toque se llamaba bariló o guariló.
También por esos días conocí a Ricardo Moreno, quien con el tiempo y la insistencia me fue contando algunas cosas de las que el vivió en los bailes de la Suiza...no podía creer hablar con alguien que lo escuchó sonar y hasta lo tocó con ellos!

Hace apenas unas semanas terminamos de cursar el primer seminario de candombe argentino, dictado por afroargentinos en lo práctico (percusión y danza) y por Pablo Cirio en lo teórico.
Fui queriendo aprender a tocar un ritmo y termine aprendiendo a quererlo. Creo que para todos lo que lo compartimos hay un antes y un después. Para "ellos" y para "nosotros"...porque se tendió un puente para hacer un nosotros mas grande...

luego de años de búsqueda sentí el honor, el orgullo y la responsabilidad de que al menos por algunos compases, una tradición ninguneada, pero centenaria y hermosa, se exprese por nuestras manos.

El candombe de Buenos Aires está vivo...y me alegra mucho saberlo...


foto tomada por Noelia, durante la hermosa tarde de asado, tambores, candombe afroporteño y amig@s...