jueves, 24 de marzo de 2011

los tambores no callan

"los tambores no callan"* marchamos tocando y tocamos marchando
contra el terrorismo de estado, por la memoria y el nunca mas...
porque creemos que el arte es acción, porque pensamos que los tambores nos convocan, nos encuentran, nos hermanan. Porque queremos marchar tocando y bailando para tender puentes, para que el candombe hable por nosotros y nosotros a través de el...
Invitamos a amig@s, familia y desconocidos a marchar juntos
la cita es:

jueves 24 de marzo
convocatoria abierta de los tambores no callan
14 hs. en Lima y Av. de Mayo

habrá pintada de remeras con stencil y aerosol
remera blanca para tamborer@s
del color que gusten el resto


"Allá están, la cuerda de tambores se desplaza a paso lento rodeada por decenas de niños, hombres y mujeres que desafían el invierno. Fiesta en la calle, chico, repique y piano marcando el movimiento...La coreografía la formamos nosotros, vecinos, tamborileros, bailarines....los que llevan el papel necesario para el temple de las lonjas, turistas, mirones, todos formamos la comparsa..."
Cristina Rodriguez Cabral, citada por L. Ferreira en "Los Tambores del Candombe")




*"Los tambores no callan" es el lema que elegimos un grupo de personas para tocar y bailar candombe afro montevideano y ponerlo en apoyo a causas sociales. Es una construcción colectiva que se arma y desarma en cada encuentro, en el cual todos tenemos voz y voto. Es un espacio abierto a quienes quieran sumarse donde se requiere solidaridad, conciencia colectiva y respeto por el otro, tanto en lo musical como en lo social.
Ver www.lostamboresnocallan.blogspot.com
para mas info escribinos a lostamboresnocallan@gmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

de José Pablo Feinmann en Página 12 de hoy:
...nada peor que el 24 de marzo puede sucedernos ya. Pero eso implica dedicar nuestras vidas a imposibilitar sus condiciones de posibilidad. Porque –si lo pensamos bien y hasta el punto de la angustia– no es cierto que nada peor pueda ocurrirnos. Hay algo peor, cuyo espanto hiela nuestra sangre y hasta detiene los latidos vitales de nuestro corazón frente a esa posibilidad: que ocurra otra vez. Eso puede pasarnos, eso sería mucho peor y luchar contra eso es un imperativo categórico cotidiano que los hombres nobles, los que en este país respetan la vida y, sobre todo, la vida de los otros, llevamos sobre nuestras espaldas a veces exhaustas, erosionadas por muchos desencantos, pero nunca vencidas.
http://www.pagina12.com.ar/diario/especiales/subnotas/164788-52695-2011-03-24.html