¿cuando sucedió que dejamos de mirar hacia arriba?
quizá con la cabeza gacha por las preocupaciones, inclinados por el peso de las obligaciones, fuimos olvidandonos de mirar hacia el cielo. Y creimos que lo unico importante sucedía en la tierra...
y ya nunca mas vimos las copas de los árboles y los nidos
y dejamos de notar que hay un día a finales del verano en que el cielo se entristece porque las golondrinas se van buscando el norte y otro a finale s del invierno en que el cielo es una fiesta porque han regresado
y dejamos de ver las estrellas y escuchar su mensaje
y dejamos de ver la luna o su ausencia olvidando de danzarle.
y olvidamos con que toque de tambor se agradece al cielo para recordar nuestra insignificancia...
y así fuimos perdiendo de a poco el pulso de la vida, ignorando los ciclos, extraviando el ritmo
Alguna vez una Luna llena como la de hoy nos protegió de la profundidad de la noche.
Quiza la misma Luna un día logre que volvamos a levantar la cabeza
quizá con la cabeza gacha por las preocupaciones, inclinados por el peso de las obligaciones, fuimos olvidandonos de mirar hacia el cielo. Y creimos que lo unico importante sucedía en la tierra...
y ya nunca mas vimos las copas de los árboles y los nidos
y dejamos de notar que hay un día a finales del verano en que el cielo se entristece porque las golondrinas se van buscando el norte y otro a finale s del invierno en que el cielo es una fiesta porque han regresado
y dejamos de ver las estrellas y escuchar su mensaje
y dejamos de ver la luna o su ausencia olvidando de danzarle.
y olvidamos con que toque de tambor se agradece al cielo para recordar nuestra insignificancia...
y así fuimos perdiendo de a poco el pulso de la vida, ignorando los ciclos, extraviando el ritmo
Alguna vez una Luna llena como la de hoy nos protegió de la profundidad de la noche.
Quiza la misma Luna un día logre que volvamos a levantar la cabeza
Allí
están,
allí estaban
las trashumantes nubes,
la fácil desnudez del arroyo,
la voz de la madera,
los trigales ardientes,
la amistad apacible de las piedras.
Allí la sal,
los juncos que se bañan,
el melodioso sueño de los sauces,
el trino de los astros,
de los grillos,
la luna recostada sobre el césped,
el horizonte azul,
¡el horizonte!
con sus briosos tordillos por el aire...
¡Pero no!
Nos sedujo lo infecto,
la opinión clamorosa de las cloacas,
los vibrantes eructos de onda corta,
el pasional engrudo
las circuncisas lenguas de cemento,
los poetas de moco enternecido,
los vocablos,
las sombras sin remedio.
allí estaban
las trashumantes nubes,
la fácil desnudez del arroyo,
la voz de la madera,
los trigales ardientes,
la amistad apacible de las piedras.
Allí la sal,
los juncos que se bañan,
el melodioso sueño de los sauces,
el trino de los astros,
de los grillos,
la luna recostada sobre el césped,
el horizonte azul,
¡el horizonte!
con sus briosos tordillos por el aire...
¡Pero no!
Nos sedujo lo infecto,
la opinión clamorosa de las cloacas,
los vibrantes eructos de onda corta,
el pasional engrudo
las circuncisas lenguas de cemento,
los poetas de moco enternecido,
los vocablos,
las sombras sin remedio.
Extracto de "Testimonial" de Oliverio Girondo
4 comentarios:
Hace tiempo que no me daba el gusto de entrar a leer un poco, cuando sucedió que entre la rutina y los debo me olvide de visitar a un amigo en el tiempo?
Como siempre un gustazo leerlo Sr. Cueto.
Sole.
Que lindo Diego!!!
que simple e importante es mirar para arriba, tomar dimensión de uno mismo y entender como es este asunto de ser una parte tan microscópica de esta galaxia inverosímil que nos da vida.
Gracias por compartir esto!
Beso
Ju
es verdad Juli, quizá por mostranos nuestra pequeñez,no nos animemos a verlo.
Sole! es verdad que nos seceden esas cosas. Pero tambien uno se sabe cerca de la gente que quiere, aun sin visitarse seguido. Abrazo a la distancia.
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