Pasan las horas y mas me atraviesa la emoción. Marchando y tocando, lo práctico y
las necesidades del presente no me dan la posibilidad de tomar mucha distancia para poder
vernos allí, en ese tiempo/espacio que se abre una vez al año y nos llama
y nos llena de contradicciones, que cada vez son menos contradictorias.
Porque la militancia y el arte se van juntando. Y en ese vórtice se juntan también los tambores y el rito, los que nos precedieron con los que estamos y los que vendrán...y allí nos convocan y convocamos, evocamos e invocamos. Somos protesta y mas aun propuesta.
Los corazones se agitan cuando la Plaza de Mayo se nos abre a nuestro paso y se nos sube el tempo del candombe.Y la batea se hace familia o cardumen. Al ladito de la pirámide llama el repique al cierre...y en ese momento la alegría abraza a la tristeza...y se van juntas haciendo madera hacia el costadito de La Catedral.
*foto tomada del FB de Alfredo Garcia (tremenda foto Negro!)