En largas conversaciones con el percusionista y luthier Ricardo Moreno (quien toca y contruye tambores desde hace 50 años) pude apreciar el valor de la experiencia y de la transmisión boca en boca en el arte afro. La técnica de construccion de tambores es una enciclopedia de informacion recopilada a lo largo de siglos, finamente labrada a traves de la prueba y el error. Lo mismo sucede con la forma de tocar los tambores...algunos de los toques que ejecutamos diariamente fueron pasando de mano en mano, atrevesando montañas, mares y llanuras. Pasando de maestros a aprendices, modificandose y eternizandose en cada uno que los toca.
Lamentablemente cada vez parece valorase menos la experiencia. Lo nuevo parece ser un valor en si mismo y lo viejo un castigo.
Hablar con los mayores me parece fascinante. Tienen tanto para contarnos y sin embargo a tan pocos parece interesarles sus historias...claro, si nuestra historia no esta acá: desde los medios de comunicación nos hablan de próceres que no son nuestros, de ídolos populares de otras latitudes...a quien le importa que ellos y ellas hayan vivido a Perón, que hayan bailado con Troilo o escuchado a Salgan y que en dos compases reconozcan una orquesta...que hayan bailado milonga en las esquinas o que hayan visto jugar a Moreno, De La Mata o Erico...
y aunque son nuestro pasado y nuestra identidad, son tambien presente...(aunque como los tratamos diariamente diga lo contrario)
Sabrán discupar ustedes el cambalache de ideas que acabo de vomitar...
foto del cierre de los talleres culturales para tercera edad en el ECUNHI, donde tuve la suerte de trabajar...
"Hechos que pueblan el espacio y que tocan a su fin cuando alguien se muere pueden maravillamos, pero una cosa, o un número infinito de cosas, muere en cada agonía, salvo que exista una memoria del universo, como han conjeturado los teósofos. En el tiempo hubo un día que apagó los últimos ojos que vieron a Cristo; la batalla de Junín y el amor de Helena murieron con la muerte de un hombre. ¿Qué morirá conmigo cuando yo muera, qué forma patética o deleznable perderá el mundo? ¿La voz de Macedonio Fernández, la imagen de un caballo colorado en el baldío de Serrano y de Charcas, una barra de azufre en el cajón de un escritorio de caoba?"
(de "El Testigo" J.L. Borges)